Después de toda una semana sobre tacones y de horas interminables en la oficina, El Armario de Mamá te trae un viaje de lo más campero para este fin de semana. ¿Eres de buen comer? Pues entonces no puedes perderte una ruta que deja encandilado a cualquiera: de Madrid a El Escorial a través de los restaurantes de la Sierra de Madrid. Tanto si vienes de turismo, como si te apetece desconectar de la ciudad o cambiar de rutina en tus celebraciones de cumpleaños u otros eventos, que mejor que hacerlo dando un buen paseo por alguno de los pueblos de la serranía, para después degustar una buena y apetitosa comida en un restaurante con encanto.

Foto de Javier Iglesias

Comencemos por el pueblo de Guadarrama. Sinceramente, hay poco que visitar, puesto que no cuenta con ningún edificio histórico y es más bien un alto en el camino entre Madrid y Segovia. Pero para llenar el estómago y disfrutar de la comida típica de la Sierra, es parada obligatoria. En este bonito paraje nos podemos encontrar lugares como el restaurante “La Chimenea” (C/Sierra 20), donde se pueden degustar platos como un rico revuelto de morcilla, corquetas caseras, carnes a la brasa (cocinadas en horno de leña) o el cordero lechal. Si la carne no te atrapa y prefieres darte a los crustáceos, también tenemos plan los amantes del marisco. Existe un lugar al que se debe ir, y si te pirran las gambas a la plancha, no tienes otra elección, porque este es tu lugar.  Este rinconcito “salao” de la Sierra se llama “Sala”, tienes opción de reservar mesa, en caso de que temas que otros se acabe comiendo tus gambas (Carret. Los Molinos 2),  decidiréis por vosotros mismos si nuestra recomendación es la correcta.

Seguimos nuestra ruta, ya con la barriga un poco más llena, y nos encontramos con el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial. Otra visita obligada, pero más en términos históricos. Aquí sí que puedes darte un gran paseo, admirando las maravillas del entorno, y disfrutar de la grandiosidad de su monumento por excelencia consagrado como la “8ª maravilla del mundo”: el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Patrimonio de la Humanidad,  promovido por el Rey Felipe II para conmemorar su victoria en la batalla de San Quintín, fue una obra que dio comienzo en 1563 y no fue hasta 1584, 21 años después, cuando se diese término su construcción.
Además de este Monumento histórico podemos visitar otros enclaves de realengo como la Casita del Príncipe y la Casita del Infante, mandadas a construir por Carlos III. Después de paseos y mucha ruta cultural, puede que se nos haga de noche.

La moda también está presente en San Lorenzo, por lo que después de la ruta cultural, no viene mal hacer un poco de shopping. Lo bueno que tiene El Escorial es que tras sumergirte en el mundo de Carlos III o Felipe II, nos encontrarnos con tiendas del S.XXI como “La Aldaba del Rey” (C/ del Rey), donde venden ropa mezcla entre lo clásico y lo trendy, para mujer y caballero, además de accesorios y algo de zapatería. Si necesitas hacer algún regalo, “La Reineta” tiene todo tipo de complementos, detalles decorativos y cosas para el hogar, donde escoger  el obsequio perfecto.

Si ya te entra pelusilla y tu barriga pide una cervecita, si nos acompaña el tiempo, recomendamos la terraza de la “Taberna la Cueva” (C/ San Antón 4), antigua posada del S. XVIII, en el que elegimos su plato estrella, Huevos a la cueva, que se trata de una receta tan sencilla como huevos rotos con jamón. Paseando un poco más, llegaremos a la Casita del Príncipe, que cuenta con un bar-restaurante con terraza exterior, junto a los Jardines de Palacio, donde poder regalar al paladar un riquísimo chorizo frito, su clásica tortilla de patata o una maravilloso revuelto de setas recién cogidas o sus níscalos de los montes escurialenses.

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@alegdev