Y no solo en nuestros armarios, también en nuestros hogares. La “fiebre del sábado noche” se ha hecho hueco en las revistas de decoración de esta temporada como un grito de nostalgia a los años 70 y su aire retro.

Sin duda alguna, el naranja inunda de felicidad y estimula la atención de la estancia donde coloquemos objetos de este color, por eso recomendamos que predomine en las salas de estar, comedores, salones o recibidores.

Si quieres que tu casa sea la más trendy no pierdas detalle a estos collage para que cojas ideas y te atrevas a arriesgar con el color de la temporada.

¡Ojo! Un detalle muy importante a tener en cuenta para todos aquellos que se preocupan por su línea o están a dieta: se dice que el naranja aumenta el apetito. Así que si has comenzado la operación bikini, debes borrar cualquier rastro de este color de tu cocina y cederle su puesto al color azul, que por el contrario ayuda a reducir el apetito y no nos tentará a asaltar la nevera.

Los colores tienen muchísimo más significado en nuestras vida y nuestros quehaceres cotidianos de lo que creemos. Y es que, amigos, el color ejerce un efecto asombroso sobre sentimientos, percepciones e incluso en nuestras relaciones con los demás. Sin ir más lejos, el color naranja ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo: si estás triste o pasando por un mal momento, te recomendamos que le des un poco más de protagonismo a los tonos naranjas.

Si al final te has dejado convencer y te atreves con el naranja en alguna pared de tu salón, te proponemos que lo combines con complementos en color blanco o beige para aligerar visualmente el espacio.

Ya sea en lámparas colgantes, telas, alfombras, cojines, jarrones, paredes, sillones de diseño o flores, el naranja debe llegar a tu salón para inundarlo de fuerza, optimismo y alegría.

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@oepsym