Siempre que llega el momento de tener que hacer un regalo, le damos mil vueltas a la cabeza para tratar de sorprender. Tener un detalle con alguien requiere invertir parte de nuestro tiempo, algo que no siempre estamos dispuestos a hacer. Y no porque no queramos, simplemente porque no disponemos de él.

Cada vez somos más los que aprovechamos las nuevas tecnologías para ilusionar a nuestros familiares y amigos. Y por qué, muy sencillo: ya no sirve con regalar la aburrida corbata de todos los años o la colonia de toda la vida. Ahora está en auge comprar por internet y, sobre todo, regalar ocio y tiempo libre. Ya sean horas para el cuidad personal, estética, relax en pareja, escapadas de fin de semana o la experiencia más alucinante. El gigante de internet todo lo puede.

Quien no compra por la red, está desfasado. Hoy en día todo está on line: si no buscas en los portales web, ¡estás perdido! Cada vez son más las empresas que se dedican a vender grandes descuentos vía internet. Las famosas “cuponeras” suponen una revolución a la compra tradicional y también una renovación del mercado. ¿Son una verdadera competencia? ¿Les compensa a largo plazo a las empresas formar parte de estos súper descuentos? Lo que está claro es que este círculo de descuentos engancha.  No hay más que ver las buenas cifras que han conseguido en plena crisis: 600 millones de euros de ingresos al año, según señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Los chollos vuelan en páginas como Groupon, Letsbonus o Groupalia, donde la gran mayoría de sus descuentos duran lo que un pastelito de crema en casa. Y se preguntarán ¿cómo es posible que estas empresas ganen dinero si todo lo venden a precio de ganga? Bien, pues el negocio reside en la publicidad de los productos. Tras la negociación de precios más que baratos, las “cuponeras” se encargan de hacer una excelente campaña de marketing del producto. De esta forma muestran a los “posibles clientes” una imagen muy atractiva de ese restaurante, casa rural o salón de belleza, que no paga nada por ello.

Todo parece muy fácil y rápido, pero siempre pueden surgir problemas. En estos casos, es muy importante que el consumidor sepa que cabe la posibilidad de que le devuelvan el dinero. Si aún tienes dudas y no te fías de las garantías de comprar por Internet, desde el portal de la OCU podemos encontrar la respuesta a todas estas incertidumbres. La organización señala que los grandes problemas que nos encontramos son los malditos spam que se acumulan en nuestro correo electrónico, la mala atención al cliente y los contratos de exclusividad. Por eso, algunos de los consejos más importantes y que debemos tener en cuenta son: primero fijarte que la página en la que compras es un “https” (esto te indica que estás en una web con comercio seguro). Segundo, comparar las ofertas de distintas páginas y no liarse la manta a la cabeza con una compra impulsiva. Y por último, calcular cuánto va a subir el precio final del producto teniendo presente el coste del envío, conservar siempre la información de la oferta y nunca olvidar nuestros derechos como consumidores. Así que ya lo saben, apoyamos a las nuevas tecnologías, pero con seguridad y conciencia.

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@delgadopozuelo